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Termina el Negocio

Hoy me toca hablar acerca de este nuevo año, es la primera semana y en nuestra congregación la hemos dedicado a Dios, a buscar la bendición, su guía y dirección, a fin de cumplir sus propósitos y alcanzar las metas que El tiene para nosotros

Me parece correcto, y necesario a principios de año realizar una planificación, establecer metas y objetivos, determinarnos a alcanzar lo que nos hemos propuesto, pero para al hacer esto, inevitablemente vino a mi memoria todas las metas que me propuse para el año, y haciendo una contabilidad llegue a la conclusión que no había podido alcanzar mis objetivos ni siquiera en un 20 %, la verdad esto provoca un sentimiento de frustración terrible, dejando a un lado las emociones vi que no debía establecerme metas y objetivos en este sin antes saber porque no funcionaron el, locura es hacer lo mismo una y otra vez buscando un resultado diferente…

Lo primero fue pensar que no establecí correctamente las metas el año pasado, no ore lo suficiente, pero no fue así, me consta que lo hice, entonces ¿Dónde estaba la falla?

Eclesiastés 7:1 y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.

Eclesiastés 7:2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete…

Eclesiastés 7:8 Mejor es el fin del negocio que su principio…

El teníamos metas y objetivos, creo que eran los correctos, pero por muchos motivos no se hicieron realidad, creo que la mayoría eran metas de parte de Dios, establecidas por Él, por lo tanto eran importantes, buscando en la Biblia encontré un ejemplo de metas inconclusas que Dios le había dado a un hombre…

La conquista

Números 33:50-56 Entonces habló el SEÑOR a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: “Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán, expulsaréis a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos; y tomaréis posesión de la tierra y habitaréis en ella, porque os he dado la tierra para que la poseáis. “Y heredaréis la tierra por sorteo, por vuestras familias; a las más grandes daréis más heredad, y a las más pequeñas daréis menos heredad. Donde la suerte caiga a cada uno, eso será suyo. Heredaréis conforme a las tribus de vuestros padres. “Pero si no expulsáis de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os hostigarán en la tierra en que habitéis. “Y sucederá que como pienso hacerles a ellos, os haré a vosotros.”

La conquista que duro como 7 años el en la tierra que duro como 25 años. Dios mismo advirtió a Josué del peligro en dejar algo inconcluso, de los varios personajes que encontramos en los relatos históricos la persona de Josue siempre me pareció excepcional, alguien diferente, como dice Dante Gebel, uno en un millón, un hombre de Dios sin costuras, sin errores, invencible, pero al leer con detenimiento el siguiente pasaje me percate de una de las pocas fallas de carácter, por fin me pareció un ser humano normal, real.

Los reyes

Josué 10:1-22 Y sucedió que cuando Adonisedec, rey de Jerusalén, oyó que Josué había capturado a Hai y que la había destruido por completo (como había hecho con Jericó y con su rey, así había hecho con Hai y con su rey), y que los habitantes de Gabaón habían concertado la paz con Israel y estaban dentro de su tierra, tuvo gran temor, porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y porque era más grande que Hai, y todos sus hombres eran valientes. Por tanto, Adonisedec, rey de Jerusalén, envió mensaje a Hoham, rey de Hebrón, a Piream, rey de Jarmut, a Jafía, rey de Laquis y a Debir, rey de Eglón, diciendo: Subid a mí y ayudadme, y ataquemos a Gabaón, porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel. Entonces Josué dijo: Abrid la entrada de la cueva y sacadme de ella a esos cinco reyes. Así lo hicieron, y le trajeron de la cueva a estos cinco reyes: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón.

Leemos la historia de la batalla de Gabaón y es impresionante la manera como Dios pelea por su pueblo, casi con desesperación, si es que cabe la palabra para Dios, por que Josué e Israel tengan la victoria.

¿Dónde encontramos un pasaje en que Dios mismo, desde el cielo envíe lance rocas o hielo de tal manera que más enemigos murieron por el granizo que por la batalla? Luego Josué hace la oración talvez mas osada que un hombre ha hecho, ni siquiera es una oración es una orden directa, e incorrecta desde el punto de vista científico, Josué manda al sol y a la luna a detenerse y Dios detiene la rotación de todo el planeta Tierra para que Josué tenga la victoria.

Josué 10:14  Ni antes ni después hubo día como aquél, cuando el SEÑOR prestó atención a la voz de un hombre, porque el SEÑOR peleó por Israel.

Y logran la victoria, persiguen a los enemigos y estos son derrotados, y exterminan a 5 reyes, al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Laquis, al rey de Eglon y al rey de Jarmut, luego se dirigen a estas ciudades y la destruyen, conforme Dios les manda a hacerlo; pero leyendo con detenimiento uno puede darse cuenta que no toman todas las ciudades de los reyes, queda una por tomar, Jerusalén.

En un principio pensé que era porque Jerusalén estaba muy lejos de la batalla, pero revisando el mapa, Jerusalén es casi la primera ciudad que debían tomar, las otras ciudades estaban más lejos de Gabaón y leyendo todo el libro de Josué encontramos que derrotaron muchos reyes pero siempre les faltó esta asignatura, Josué mato 5 reyes pero solo tomó 4 ciudades en ese día, le faltó una, aun cuando Dios peleó ese día por él de una manera sobrenatural, con manifestaciones más poderosas que nunca, solo comparables con la apertura del Mar Rojo, es claro que si Josue hubiese ido contra Jerusalén, Dios les hubiera dado la victoria, era el más interesado en que esto sucediera, y durante toda su vida no pudo completar lo que le faltó hacer ese día, en otras palabras, no hizo todo lo que se le mandó a hacer.

Josué 10:28 Y aquel día Josué conquistó a Maceda…  Josué, y todo Israel con él, pasó de Maceda a Libna, y peleó contra Libna… Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, acampó cerca de ella y la atacó… Josué, y todo Israel con él, pasó de Laquis a Eglón… Entonces subió Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y pelearon contra ella… Después Josué, y todo Israel con él, se volvió contra Debir y peleó contra ella… Hirió, pues, Josué toda la tierra: la región montañosa, el Neguev, la tierra baja y las laderas, y a todos sus reyes… No dejó ningún sobreviviente, sino que destruyó por completo a todo el que tenía vida, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, había mandado… Josué los hirió desde Cades-barnea hasta Gaza, y todo el territorio de Gosén hasta Gabaón. A todos estos reyes y sus territorios los capturó Josué de una vez, porque el SEÑOR, Dios de Israel, combatía por Israel. Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.

¿QUE LE FALTÓ? LA TOMA DE JERUSALEN

Saúl

Muchos años después Dios establece el primer rey de Israel, Saúl y en cierto momento lo manda a pelear con Amalec, ciudad que tenía cuentas pendientes con Israel desde la época del Éxodo, y le da prácticamente las mismas instrucciones que a Josué:

1 Samuel 15: 2 – 3 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, e hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, aún los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”

Y Saúl comete el mismo error de Josué, no acabar todo lo que Dios le encomendó, lo irónico de la historia es que del mismo pueblo que no exterminó salió la persona que tomó su vida.

2 Samuel 1:7-10 Al mirar él hacia atrás, me vio y me llamó. Y dije: “Heme aquí.” Y él me dijo: “¿Quién eres?” Y le respondí: “Soy amalecita.”

Entonces él me dijo: “Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida.” Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que estaba en su cabeza y la pulsera que estaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.

Vemos aquí la importancia de terminar todo lo que Dios nos encomendó, en el momento en que se nos mandó que lo hiciéramos, y lo peligroso que resulta dejar cabos sueltos en nuestra vida, en base a esto me pregunto:

¿Qué cosas nos mandó Dios a hacer que no hemos terminado?

  • Proyectos
  • Libros Leídos
  • Libros Escritos
  • Biblia
  • Escuela de Lideres
  • Estudios
  • Deudas
  • Construcciones
  • Pecados
  • Malos Hábitos

David

Tras la muerte de Saúl Dios levanta a otro hombre como rey, “que hará todo lo que yo le mando”, un hombre con esa característica especial, terminar completamente los encargos de Dios.

La evidencia arqueológica indica que el proceso de conquista de Canaán fue largo y completado sólo hasta cuando David se tomó el bastión jebusita de Jerusalén a comienzos del siglo X a. C. La evidencia bíblica indica exactamente lo mismo. La conquista no fue rápida sino que llevo tiempo y muchas veces el pueblo hebreo se mezclaba con los locales, actitudes que eran reprimidas por parte del liderazgo de las tribus. 230 años

1 Crónicas 11.4-9 Después de esto, el rey y sus soldados fueron a atacar a los jebuseos que vivían en Jerusalén. Los jebuseos estaban seguros de que David no podría conquistar la ciudad, así que le dijeron en son de burla: «A esta ciudad no entrarás. Nos bastan los ciegos y los cojos para impedírtelo». Pero David les dijo a sus hombres: «¡Ataquen a los jebuseos! ¡Entren por el canal del agua y maten a mis enemigos! ¡Se creen protegidos por los ciegos y los cojos, a quienes odio con toda mi alma!» De ahí viene el dicho: «Ni los ciegos ni los cojos podrán entrar al templo». Luego de haber conquistado la fortaleza de Sión, David se quedó a vivir en Jerusalén y la llamó «Ciudad de David». Más tarde construyó alrededor de la ciudad una muralla, la cual iba desde la rampa hasta el palacio.

Entraron a un nuevo nivel…

Construyeron el templo, el arca por fin fue sacada de la tienda…

Hubo paz en Israel…

A partir de la toma de Jerusalén el pueblo de Israel realmente alcanza un nuevo nivel, tanto de prosperidad y paz material como en su relación con Dios y Su Presencia, y de igual manera en nuestras vidas, si dejamos inconclusa una materia, un encargo, nunca pasaremos a un nuevo nivel, es necesario que terminemos lo encomendado, tal como nuestro Señor Jesucristo, que pudo decir “Consumado Es”.

Para poder pasar a un nuevo nivel, salir del estado que en el cual nos hemos estancado por años y para que cada palabra y promesa que Dios nos dio se hagan realidad, como dicen las palabras de Salomón, hijo de David en el día de la dedicación de templo:

1Reyes 8:55 -56 Y se puso de pie y bendijo a toda la asamblea de Israel en alta voz, diciendo: “Bendito sea el SEÑOR, que ha dado reposo a Su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió. Ninguna palabra ha fallado de toda Su buena promesa que hizo por medio de Su siervo Moisés.